UM FADAU
Universidad de Morón –Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo
Proyecto Final Integrador
Prof. Arq. Vicente Speranza
TEMÁTICA PRIORITARIA DEL COMIENZO DEL TERCER MILENIO
SU TRATAMIENTO A NIVEL PREUNIVERSITARIO, UNIVERSITARIO Y POSTUNIVERSITARIO
El proceso de enseñanza-aprendizaje universitario, en particular concerniente a las carreras con directa incumbencia en la ocupación y uso del suelo, o sea: Arquitectura, Ingeniería, Urbanismo, requiere ponderar el rol a que las mismas están llamadas a cumplimentar para la sociedad. Ello, en función de primarios condicionantes eco-sistémicos y genuinos requerimientos de los agrupamientos poblacionales contemporáneos y previsiblemente futuros.
A través de la historia en Occidente, tales profesiones han venido siendo ante-todo expresión del poder emanado de la institucionalidad y tecnología, reconociendo a éstas como máximas creaciones de la humanidad. Tal poder ha tenido su manifestación contundente en obras referidas a los campos de: la religión, el gobierno, la industria, el comercio, las finanzas. Pero, a partir de mediados del siglo XX y en la primera década del tercer milenio, entidades científicas con prestigio internacional han constatado fehacientemente que las actividades humanas generan secuelas que ponen en estado de riesgo el equilibrio inestable de los ecosistemas terrestres. Éstos sustentantes del fenómeno viviente en la Tierra.
Obviamente, las actividades humanas siempre demandan obras edilicio-infraestructurales, contenedoras y posibilitantes del desenvolvimiento de las mismas. Alcanzando las referidas obras proporciones significativas, puesto que insumen del orden de: 50% de los recursos naturales utilizados, el 40% de la energía consumida, la sexta parte del consumo hídrico del planeta; y vierten el 50% del total de residuos generados. Cabe con responsabilidad reconocer que semejante desatino recae en las incumbencias profesionales de arquitectos, ingenieros y urbanistas, capacitados en universidades y habilitados por los Estados.
La impostergable toma de conciencia respecto a que el trabajo de profesionales universitarios genera secuelas anómalas para la biosfera terrestre y –por consiguiente- para las especies vivientes incluyendo la humana, exige asumir la prioritaria re-conceptualización programática del sistema educativo y –sin dilaciones- de tales profesiones en primer término involucradas.
Se trata de acometer investigaciones impregnadas de creatividad y rigor científico, a fin que la obra edilicio-infraestructural tienda a dejar de constituir una nociva carga energética y contaminante y pase a ser compatible con la intrincada y dinámica trama del soporte eco-sistémico del planeta. El cual los humanos compartimos junto a millones de otras especies.
En nuestro presente tramo espacio-temporal de actuación, la organización del espacio territorial exige recurrir al consistente trabajo innovador a fin de encontrar alternativas deseables y factibles al corriente saqueo de recursos naturales y procesamientos industriales con alto consumo energético proveniente de combustibles fósiles –como carbón, petróleo, gas- y la consiguiente emisión de gases contaminantes del aire, agua y suelo.
Aquellas instituciones educativas, emplazadas en contexto ecológico-social apropiado, como es Colonia, por la energía telúrica del Estuario del Plata, escala de ciudad-y-área rural circundante y ciudadanos con conciencia cívica, presentan aptitud para acometer la re-conceptualización propugnada.
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